lunes, 5 de agosto de 2019

¿Qué es la evaluación?

La evaluación: nuevas perspectivas

¡Muy buenas tardes a todos! Los saludo sintiendo que hace mucho tiempo no interactuamos. Intentaré romper el hielo nuevamente, y desacelerar motores para darnos algunos minutos a la reflexión. 
En esta oportunidad, comenzamos el último tramo de un recorrido que, en lo personal, ha sido totalmente provechoso. Y digo provechoso en varios sentidos: porque "he conocido" más y nuevas herramientas, porque he aprendido lo valioso del trabajo con los pares pero de verdad y codo a codo, porque he sacudido esquemas y estructuras previas que acaparaban mi atención y mis prácticas y también y fundamentalmente, porque me he animado a más.  Hoy, ahora, y con este nuevo curso sobre la "Evaluación en Ambientes Digitales", animarme a más significa cuestionar la evaluación. Y en el mejor de los sentidos posible. 
La primera pregunta que nos interpela es ¿cómo es la evaluación que realizo con mis estudiantes? ¿en qué enfoque me encuentro posicionada con el uso de las TIC para la evaluación?
Una respuesta sincera a la primera de las preguntas sería: "intentando que sea mejor, más pertinente y objetiva día a día". Comencé hace dos años un proceso de revisión de mis propias prácticas en torno a la evaluación gracias a un taller que dictó una colega especialista en evaluación, la Dra. Sandra Intelisano; el cual debo admitir me incomodó bastante. ¿Por qué? Porque resultaba evidente cómo mis evaluaciones dejaban bastante que desear en cuanto a conceptos o ideas que ella asociaba a la evaluación como aprendizaje y para el aprendizaje; la evaluación auténtica; la evaluación formativa y ni que hablar de la evaluación por competencias. Sentí, por momentos, cómo había sido injusta, incoherente, poco explícita, y cómo dependía de mí que más de la mitad de los alumnos desaprobaran un parcial. Hasta el momento creía que los alumnos debían estudiar más, a partir de entonces me di cuenta que estaba haciendo algo mal y dependía también de mí.
En este sentido y con suma conciencia y compromiso, comencé entonces un proceso de deconstrucción de mis propios esquemas sobre la evaluación en vías a una evaluación más auténtica. Cambié, desde entonces, hasta el modo de puntuar mis exámenes. Entendí que si un indicador en mi examen pesaba más que los demás, pues ese debía tener más tareas asignadas y no el 50% del puntaje para matar a todos los alumnos. Me comprometí a pensar la evaluación como parte de todo el proceso, utilizando rúbricas que favorecieran la retroalimentación. He sido y soy testigo de los progresos de mis alumnos cuando saben qué tienen que mejorar, por qué y cómo lo pueden conseguir. Por supuesto que me hallo dentro de un proceso en el que día a día trato de ir mejorando, pero lo cierto es que sé que no puedo volver atrás. 
Con respecto a la segunda pregunta, me encuentro actualmente en el enfoque 3, aquel que entiende a la evaluación como diseñadora de la clase. Aunque debo admitir que, incipientemente, comienzo a pararme en los enfoques 4 y 5. Por ejemplo, el trabajo del portafolio es una estrategia que he utilizado y utilizo pero que ahora quiero cambiar por el e-portafolio en una materia en la que tengo complemento virtual. Con respecto a la colaboración y la socialización en las redes, me he animado también a crear mi grupo cerrado en facebook y comenzar a trabajar. Vamos de a poco pero con mucha conciencia y compromiso. 
A partir de lo trabajado en este Módulo 1 en realidad más que cambiar, estoy afirmando este proceso lento de renovación que comenté que estoy llevando a cabo hace dos años. Aun así, considero que en materia de TIC tengo todo por hacer. Desconocía, por ejemplo, los "enfoques" en el uso de las TIC en cuanto a la evaluación. Ahora, con un panorama más claro pude diagnosticar y repensar hacia dónde virar mis procesos. El trabajo de la encuesta y el desconcierto y contrariedad de algunos docentes a la hora de responder, me llevó a pensar que en realidad en materia de evaluación hay todavía mucho por hacer. 
La experiencia de trabajo en grupo fue enriquecedora. En realidad, uno prefiere a veces trabajar solo ¿no? sus ritmos, su tiempo, sus ideas. Sin embargo, y por más que a veces se "embarre" la cancha es muy formativo trabajar con otros. Es preciso ser paciente, escuchar, aceptar las ideas de los demás, ceder, amoldarme a los "estilos" de los otros y ser capaz de descubrir que cuando uno cree que está todo dicho, viene tu compañero y te sacude los esquemas. Es muy motivador por el apoyo que se genera y la actitud de compañerismo. En términos generales, ha sido una experiencia positiva. Considero que tanto mi actitud como la de mis compañeras ha sido totalmente activa, a veces "desordenada" teniendo que aguardar los tiempos de cada una. Pero, vuelvo a reiterar, altamente positiva. 
Desafío, ¡allá vamos!
Les dejo por último el link de acceso al trabajo colaborativo de las TIKAS. ¡Espero les sea útil!


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